me mata tu lateralidad

te escribo unas palabras
-esperando escuchar más que un eco vacío-
te ofrezco mis hombros para llorar
-dejando de lado los motivos y sin vergüenza. yo también lloro-
te ofrezco mi pecho -ya libre de anzuelos- para dormir
te ofrezco mi vida -lo mucho o lo poco que valga- para compartir
el tiempo que compartamos no importa
-aunque ansío que sea mucho-

hoy soy libre. hoy puedo. hoy sí, soy fuerte.
estoy tranquila, puedo y tengo ganas.
compartamos tu carga, que la mía es liviana.
encontrá en mí un descanso, un recreo.
un buen plato de ñoquis en una noche de hambre.

ahí están: el descanso, el recreo, el deseo, los ñoquis.
una amante, una amiga, una mano desde arriba
una soga desde afuera, un silencio en el barullo
un rayo en la oscuridad, una estrella en la noche, aire para respirar.

eso puedo ser. así me veo hoy.
ojalá vos también me veas así.
porque de lo contrario, nunca podré serlo.
pués no sólo mi visión es necesaria. la tuya también
si vos me ves así, si me dejás entrar.
brillaremos juntos.
te doy mi palabra.
-y éstas palabras-